Andando siempre a casa

Nos topamos en la calle diez años después. No había envejecido, simplemente tenía una apariencia contemporánea. Tomamos un café, por los viejos tiempos, y recorrimos un poco los caminos andados en solitario. Era curioso pensar en cómo habíamos coincidido tiempo atrás, pero era más importante darnos cuenta que cada uno, a su manera, había desviado la trayectoria del otro.

Pausa comercial

Lo que Graham Coxon y Ninian Doff estén tomando, deberían venderlo en supermercados.

El final

 

Cuando decidí salir de la cama, el mundo ya era viejo y había girado demasiado tiempo en torno a sí mismo como para tener algo de sentido. Entre el ruido de la tele de la vecina con sus telenovelas y sus realities, y el olor a quemado que se me quedaba pegado a la piel, decidí que era mejor cerrar la ventana y seguir hibernando.

Viviendo en el futuro

En mis ratos libres, voy por ahí y trato de captar momentos únicos con mi reflex de última generación y una lente especial que les da un toque muy personal. Hay gente que simplemente apunta el Smartphone a cualquier cosa y luego aplica un filtro con aquel programa tan conocido.

Con los cuatro sentidos

- Disculpe, ¿podría usted ponerlo un poco más fuerte?
- Esto es una prueba de audición, se lo he explicado antes.
- Precisamente, ¿Cómo puedo oír algo en esta prueba si no lo pone usted un poco más fuerte?
- No se preocupe si no escucha nada, solo levante su mano cuando escuche algo: La derecha si escucha un sonido por ese lado y lo mismo para izquierda.

Es igual si escucho algo o no; lo que vale la pena escuchar, se dejó de hacer hace ya muchos años. Ella insiste en que debería cuidarme un poco más, pero no habría manera de explicarle que todo lo que escuché, justifica una y mil veces la sordera. Ella es más de singles, y no hay tantos que valgan la pena como para llegar a sordo. Los albums son la ruta correcta a una impecable y orgullosa sordera, sobre todo aquellos con frecuencias nocivas en el surco cerrado.

- ¿Te he dicho alguna vez que te quiero?
- Creo que lo has dejado sobre la mesa de noche, justo al lado de aquel collar que te hace ver tan guapa.